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Cómo abrir una cuenta 401(k)

Si eres de esas personas que en la tercera edad quiere trabajar porque quiere y no porque no le queda más opción para subsistir, entonces ya debes estar trabajando en ahorrar e invertir para tu futuro.

Uno de los mecanismos por excelencia para ti, si vives y trabajas en los Estados Unidos, es abrir una cuenta 401(k). Las empresas americanas suelen ofrecer estos planes como parte del paquete de compensación y beneficios en su estrategia para captación y retención de talento. Así, los empleados pueden contribuir al plan 401(k) una porción de su salario, y allí el dinero crecerá libre de impuestos para luego ser utilizado en la época del retiro.

Abrir y configurar tu 401(k) es una de las decisiones más importantes para procurar tu paz y tranquilidad financiera en el futuro. Por ello, es clave educarte en el proceso de diseño y construcción patrimonial para entender su funcionamiento como una de las estrategias para alcanzar la anhelada libertad financiera y tener ingresos pasivos.

5 pasos a tener en cuenta al abrir una cuenta 401(k):

Valida si la empresa para la que trabajas ofrece el plan 401(k)

Tan pronto inicies un nuevo trabajo o incluso si ya tienes tiempo en el actual, conversa con la persona encargada del departamento de recursos humanos y/o administración de beneficios al empleado. Pregúntale si ofrecen una cuenta 401(k) como parte de los beneficios de la empresa.

Toma en cuenta que esto es un beneficio no obligatorio, por lo cual no todas las empresas lo ofrecen. Depende mucho del tamaño de la empresa y de su estrategia para retener empleados.

En caso de que no lo ofrezcan, no te desanimes. Aún puedes trabajar para un futuro con paz financiera por tu cuenta, a través de una cuenta de retiro individual o como se le conoce en Inglés, Individual Retirement Account o IRA.

Solicita tu inscripción en el plan 401(k)

Si cuentas con la dicha de que tu empleador ofrezca este beneficio, es una oportunidad que no quieres perder. Al momento de inscribirte a un plan 401(k) hay dos factores que debes considerar: elegibilidad y tipo de plan.

Elegibilidad

Consulta los requisitos necesarios para sumarte al plan. Toma en cuenta que cada empresa tiene su política y criterios de elegibilidad, sumado a los requerimientos mínimos regulatorios. 

Por lo general, para poder abrir tu 401(k) tienes que tener más de 21 años de edad, y puede que exijan un mínimo de tiempo trabajando en la empresa para poder aplicar. De igual modo, es posible que uno de los requerimientos sea ser empleado a tiempo completo o cumplir con un mínimo de horas laborables al año con la empresa.

Todos estos detalles debes aclararlos con el departamento de recursos humanos. 

En caso de que seas elegible por cumplir con los criterios preestablecidos, seguro te pedirán completar algunos formularios en físico o digital, donde vas a facilitar tu nombre, número de seguro social y dirección de residencia.

Tipo de plan 401(k)

Existen dos tipos de planes 401(k): el tradicional y el Roth. Ambos requieren que hagas aportaciones regulares que se deducen automáticamente de tu salario. Una vez que hayas hecho estas aportaciones y hayas elegido en qué invertir tus fondos, tu dinero crecerá libre de impuestos.

La principal diferencia entre un plan 401(k) Roth y uno tradicional radica en el pago de impuestos. En el caso del plan tradicional, los aportes se deducen del salario antes de los impuestos en el presente, lo que significa que pagarás impuestos cuando te retires. Mientras tanto, en el caso del plan Roth, los aportes provienen de tu salario después de impuestos en el presente, lo que significa que NO tendrás que pagar impuestos cuando te retires. La elección de un plan u otro dependerá de diversos factores.

Selecciona el monto a contribuir a tu cuenta 401(k)

De nuevo, recuerda que el aporte a tu cuenta 401(k) es un dinero que se deduce de tu salario actual. Por ende, aunque representa menos dinero disponible para cubrir tus costos de vida hoy, es una movida muy inteligente para procurar tu estabilidad y paz financiera en el futuro.

Durante el proceso de inscripción al plan, vas a seleccionar la cantidad de dinero que puedes contribuir. Recuerda que puedes aportar una cantidad máxima al año. Los límites para planes de retiro son establecidos por el Servicio de Rentas Internas (IRS, por sus siglas en Inglés) y están sujeto a cambios todos los años.

Para el 2023, el monto máximo de contribución al 401(k) es de $22,500.
Si tienes más de 50 años de edad, el monto es de $30,000.

Dependiendo de tu nivel de ingresos, es un monto que puede resultar razonable o abrumador. Lo ideal es que aportes tanto como puedas, en especial si tu empleador hace contribuciones adicionales o “matching contributions”, un beneficio súper valioso que debes aprovechar para obtener dinero extra para tu futuro.

Lo más importante es que empieces y te crees el hábito de inversión. Este aporte lo puedes ajustar en el tiempo según vaya mejorando tu situación. La meta ambiciosa es llegar al punto de poder aportar el monto máximo permitido año a año.

Selecciona en qué invertir el dinero dentro del 401(k)

Uno de los errores más comunes es creer que con aportar dinero a un plan 401(k), ya estamos preparándonos para un retiro con paz y tranquilidad. Pero eso es como meter la mezcla para hacer un pastel en el horno, y no encenderlo. ¡Jamás se cocinará, ni levantará!

Es necesario que selecciones los instrumentos financieros que hagan crecer ese dinero en el tiempo. Las alternativas de inversión disponibles van a depender de muchos factores, entre ellos el diseño del plan y el proveedor que haya seleccionado tu empleador (la entidad financiera que administra el plan). 

Por lo general, se puede invertir el dinero dentro de una cuenta 401(k) en bonos, acciones, fondos mutuales y fondos con fecha predeterminada (Target-date funds). Por lo que hemos observado, la mayoría de los proveedores suelen simplificar las opciones y reducirlas a esas dos categorías de fondos. Esto es percibido como una de las desventajas del 401(k) al ofrecer opciones limitadas.

En nuestra opinión, dado que somos proponentes de la simplicidad y el minimalismo financiero, esas alternativas son más que suficientes. Ahora, la selección específica del fondo en particular depende de tu situación personal, edad y tolerancia al riesgo.

Lo ideal es que te eduques respecto al proceso de diseño y construcción patrimonial para que aprendas el criterio e inteligencia financiera requerida para tomar decisiones informadas. De igual modo, siempre puedes optar por buscar a un asesor financiero, pero aun así, es recomendable que te eduques para que entiendas lo que te sugieran.

Empieza las contribuciones a tu 401(k)

Si ya estás en este paso, ¡felicidades!

Empieza el proceso de contribución a tu cuenta 401(k) mes a mes para encaminarte al éxito financiero. Todo este proceso de contribución se hace de forma automática y una vez que hayas configurado las inversiones dentro del plan, asegúrate de que todo se mantenga funcionando como lo deseas.

Te recomendamos darle un vistazo al menos trimestralmente para asegurarte que todo el dinero aportado se esté invirtiendo y no acumulándose como efectivo o “cash” dentro de la cuenta.

Ahora bien, eso no implica que te obsesiones con el monitoreo de la valoración de la cuenta 401(k). Recuerda que el éxito de las inversiones se mide en décadas, no en meses.

El éxito de las inversiones se mide en décadas, no en meses. Click To Tweet

Consejos adicionales al abrir una cuenta 401(k)

Sin importar las condiciones del mercado de capitales, lo ideal es seguir haciendo las contribuciones mes a mes. Absolutamente nadie es adivino para saber cuál será el desempeño de la economía o de la bolsa de valores en el futuro. Contribuir periódicamente permite ir promediando las compras de los instrumentos en los que estás invirtiendo dentro del 401(k), y tanto el tiempo como el interés compuesto harán su trabajo a largo plazo.

Recuerda también que el objetivo general es subir nuestro nivel de ingresos al punto tal que nos permita maximizar nuestro 401(k), es decir, aportar todo lo que la ley nos permita para así contar con más recursos en nuestros años dorados.

Por último, toma en cuenta que la inversión en conocimiento paga el mejor rendimiento. Es vital que te eduques en el proceso de diseño y construcción patrimonial para procurar tu paz y tranquilidad financiera en el futuro.

Tener bienestar y libertad financiera no es el resultado de apuestas ni un golpe de suerte. Es el resultado de pensamiento estratégico, acciones intencionales y mucha consistencia.

Estos son algunos de los pilares fundamentales que enseñamos en Fintelhub®. Si deseas vivir tu vida al máximo y en tus propios términos, únete a Fintelhub PRO™, nuestro programa de mentoría anual, en el que junto a otros entusiastas del progreso, como tú, podrás alcanzar el bienestar financiero.

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