Probablemente, ya hayas escuchado en las noticias sobre la posible llegada de una recesión económica. Aunque es difícil predecir con precisión, de igual modo dicen que “guerra avisada no mata a soldado, y si lo mata es por descuidado”.
Múltiples analistas y organismos económicos, como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, están alertando sobre este fenómeno económico, pero más que generar alarma, nuestra intención es despertar tu consciencia financiera para que empieces a ocuparte en lugar de preocuparte.
Si inmigraste a los Estados Unidos y emprendiste un negocio, podemos entender que esto pueda causarte incomodidad y ansiedad, dado que tu estabilidad financiera personal depende de la estabilidad del negocio.
Así que lo mejor es estar preparados, más tomando en cuenta que la economía es cíclica y esto es un escenario que vas a vivir unas cuantas veces a lo largo de tu vida y la de tu negocio.
En este artículo te presentamos 5 medidas esenciales que debes considerar para fortalecer tu negocio y prepararte ante una posible recesión económica.
Empecemos por lo esencial.
¿Qué es una recesión?
Una recesión es un período de decrecimiento económico. Ese decrecimiento se evidencia como una disminución del producto interno bruto o PIB, que no es más que el valor de los bienes y servicios producidos en un país en un tiempo determinado.
Es un concepto equivalente a hablar del total de las ventas de tu negocio, pero incluyendo a todos los negocios de un país.
Cuando hay una recesión, por lo general hay también un aumento del desempleo y por consiguiente, una caída en el consumo de bienes y servicios. Desde un punto de vista técnico, entramos oficialmente en recesión cuando por dos trimestres consecutivos la economía experimenta un decrecimiento.
La duración de una recesión depende de muchos factores, y puede tomar desde 6 hasta 18 meses, tal como ocurrió durante la crisis Subprime del año 2007.
Entramos oficialmente en recesión cuando por dos trimestres consecutivos la economía experimenta un decrecimiento. Share on X¿Cómo puede impactar una recesión a tu negocio?
La recesión puede tener un impacto negativo en las finanzas de los negocios. Si a las personas en general no les alcanza el dinero o pierden su trabajo, compran y consumen menos. Esto implica menor ingreso para un negocio y a su vez puede aumentar aún más el desempleo, ya que a los negocios les toca evaluar costos y quizás reducir personal para mantener la operación en marcha en medio de un entorno con menos ventas.
Cuando el Banco Central o la FED acá en los Estados Unidos quiere controlar la inflación, se estila como política elevar las tasas de interés para reducir esa inflación. Esto hace que el costo de los créditos o préstamos para negocios se eleve y resulte más caro financiar la operación.
Por su parte, la confianza del consumidor en general también se reduce y se hace un tanto más complicado proyectar las ventas, porque hay menos dinero para consumir por el nerviosismo generalizado de la población ante la situación.
Algo que es IMPORTANTÍSIMO reconocer, es que una recesión no impacta a todos los negocios por igual. La situación económica puede estar apretada, pero las personas igual compramos ciertas cosas básicas de cualquier modo. Por ende, hay negocios que suelen ser más resilientes que otros en estos periodos.
Sin embargo, independientemente de esto, no hay excusa para bajar la guardia y dejar de ser proactivos. Después de todo, es mejor prevenir que lamentar. Y un dueño de negocio prevenido, vale por dos.
Por ello, toma en cuenta estos 5 consejos:
Consejos para preparar tu negocio ante una recesión económica
1. Conoce tus números
Si no conoces tus números, no conoces tu negocio.
Es necesario entender tus niveles de ingresos y gastos, así como también la posición financiera de la empresa. Con esto identificas las áreas vulnerables y podrás desarrollar estrategias para solucionar con anticipación cualquier detalle financiero.
Es clave entender el lenguaje oficial de los negocios: la contabilidad. Sin embargo, no hace falta que hagas un postgrado para ello. Basta con aprender “contabilidad gerencial” para poder analizar con precisión tus estados financieros principales y así poder tomar decisiones informadas con inteligencia financiera.
Por un lado, debes entender el Estado de Ganancias y Pérdidas, el cual te indica el comportamiento de las ventas y gastos del negocio. También es clave entender el Balance General para entender la salud financiera de la empresa. Esto es similar a aprender lo esencial al evaluar tus exámenes de sangre, e identificar con sencillez cuando hay algún valor alterado sobre el cual debes actuar.
Para conocer bien tus números, lo primero es tener una contabilidad del negocio organizada y al día, ya que esto es la materia prima para un análisis completo. Aquí es donde la mayoría se equivoca y revisa sus cifras solo en temporada de impuestos.
Gracias a la contabilidad, puedes evaluar un par de reportes. Primero, el Estado de Ganancias y Pérdidas mes a mes por los últimos 12 meses. Segundo, un Balance General para el mismo periodo. A partir de allí puedes estudiar las tendencias de las ventas, costos, gastos administrativos, y calcular algunos indicadores para establecer la salud financiera de tu negocio.
2. Domina el flujo de efectivo
8 de cada 10 negocios fracasa por problemas de flujo de caja.
Monitorear tu flujo de efectivo es esencial para tener una visión clara de cuándo y cuánto dinero entra y sale. Quieres evitar pasar un mal rato al no tener dinero para pagar tus compromisos.
Lo primero es entender que monitorear el flujo de efectivo no implica nada más que ver si hay saldo en la cuenta y cuando toque pagar, simplemente decir como Pitbull: “Dale”. Hay que ser más detallados.
Necesitas claridad sobre tu proceso de cobranza y de la situación de esos clientes que se tardan en pagar. Quieres entender la velocidad a la que está entrando el dinero.
También debes tener clara la frecuencia y condiciones de pago de los costos o gastos. La intención, en líneas generales, es cobrar tan rápido como puedas y pagar tan lento como sea legal y permitido.
Lo ideal es hacer un monitoreo semanal. Para ello es necesario tener una plantilla de proyección donde puedas apuntar los ingresos esperados por ventas, y estimar los pagos de gastos. Procura proyectar al menos 12 semanas hacia el futuro para que puedas anticiparte ante cualquier eventualidad.
Monitorear el flujo de efectivo es esencial para tener una visión clara de cuándo y cuánto dinero entra y sale de tu negocio. Share on X3. Crea una reserva
El fondo de reserva o emergencia es vital para tener una red de seguridad financiera ante las adversidades.
Si las ventas caen abruptamente o desaparecen, tu negocio no contará con recursos para superar el desafío. Tener un fondo de emergencia, ayuda a mantener activa la operación y evitar decisiones o endeudamientos desesperados.
Luego de analizar tu Estado de Ganancias y Pérdidas, puedes evaluar y tabular tus gastos fijos y variables. Recuerda que los gastos fijos son aquellos que sin importar lo que pase debes pagarlos, como la renta, servicios y/o salarios. Es clave entender cuanto suma al mes los gastos fijos y así determinar el monto mínimo necesario para mantener la operación en marcha.
Analiza los últimos 12 meses de tu Estado de Ganancias y Pérdidas. Observa el detalle de tus gastos para entender su comportamiento y calcula el promedio. Luego multiplícalo ese promedio por el número de meses que consideres pertinente tener de reserva, (esto depende de cada negocio e industria), pero lo mínimo suelen ser 3 meses.
Ahora que tienes la meta de ahorro para el fondo, evalúa tu flujo de caja y proyecta la contribución a ese fondo.
4. Conoce tu rentabilidad y costos
Para que tu negocio dure en el tiempo hay que monetizar con rentabilidad.
Esto es un indicador de que tienes un negocio financieramente saludable y contribuye a tener fortaleza y resiliencia en caso de que las condiciones económicas se deterioren.
Debes conocer como la palma de tu mano, la estructura de costos de los productos y servicios que ofreces. Sin esto, no sabrás a ciencia cierta si realmente estás ganando dinero. Una cosa es vender, otra vender con ganancia. Debes listar con precisión los elementos que componen el costo de tu producto o servicio: materiales/insumo (si aplica), trabajo y entrega.
Aunque vender más es deseable, no siempre implica un mejor resultado. Es necesario evaluar los márgenes y eficiencia del negocio.
Prepara una lista de los productos y/o servicios que ofreces y estudia el costo de cada uno. Contrasta contra el precio de venta y calcula la rentabilidad individual. Verifica que estás usando costos actualizados y que los precios sigan siendo razonables en función de los costos según tu mercado.
Una cosa es vender. Otra vender con ganancia. Share on X5. Negocia con tus proveedores
Tener buena relación y comunicación con tus proveedores es vital para superar momentos difíciles.
Esto permite a ambas partes trabajar en la búsqueda de soluciones de ser necesario. Así, se abre la posibilidad a negociar términos y/o precios más favorables, los cuales sin duda pueden favorecer a la superación de dificultades, o incluso, mejorar la estructura de costos y por ende la rentabilidad del negocio.
Debes tener tu estructura de costos y condiciones de pagos claras para entender las bases desde las cuales vas a negociar. Por su parte, necesitas estimar cuáles son los costos más favorables para tu estructura de negocio, asegurándote siempre de que las soluciones que propongas sean factibles para el proveedor.
De nuevo, procura desarrollar una buena relación con tus proveedores a través de una comunicación cordial y respetuosa. Fija expectativas claras y responsabilidades dentro de la relación, y no olvides dejar todo por escrito con los términos bien detallados para evitar disputas en el futuro.
Ante la llegada de una dificultad financiera, toma la iniciativa de conversar sobre posibles escenarios e ir diseñando desde ya soluciones razonables para ambas partes, con el fin de sostener la relación y tu negocio en el tiempo.
Deja la preocupación y pasa a la acción
No te dejes vencer por el miedo. Toma acciones efectivas e intencionales que te permitan afrontar una posible recesión de manera efectiva.
Considera que la economía es cíclica, por lo cual este fenómeno económico se va a repetir en el futuro. Lo mejor es que aprendas de una vez por todas a gerenciar tu negocio en condiciones adversas y fortalezcas las finanzas de tu negocio.
Si te quieres preparar más, te tenemos 5 medidas o consejos adicionales para preparar tu negocio ante una recesión económica.
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