Las tarjetas de crédito se han ido convirtiendo en una de las herramientas más usadas en la vida diaria. Cada vez son más las personas que prefieren pagar con una de ellas a hacer sus transacciones en efectivo, pero también hay quienes todavía se sienten inseguros al respecto, debido a que por años su uso se fue llenando de mitos.
Sin embargo, estas pueden traerte grandes beneficios al usarlas como medio de pago, siempre y cuando entiendas perfectamente cómo funcionan y sepas sacarles el mayor provecho.
Qué es una tarjeta de crédito
Para empezar, habría que definir, qué es una tarjeta de crédito. Literalmente hablando, estas son unos objetos pequeños de plástico que cuentan con un chip que contiene tu información personal, o una banda magnética que al deslizarla descarga tus datos bancarios.
Pero, en lo práctico, este funciona como un dispositivo de almacenamiento de información donde puedes llevar comprimido una cantidad limitada de dinero, el cual es un crédito que te otorga el banco al instante.
¿Suena muy bien, no lo crees? Claro que, para que las instituciones financieras decidan prestarte algo así, tan fácilmente tienen un proceso y un contrato que debes leer detenidamente antes de solicitar una.
Cuáles son los beneficios de tener una tarjeta de crédito
Lo primero es poder disponer de un mecanismo de pago que resulta ser más seguro que una tarjeta de débito. Pero, también puede ayudarte a ir construyendo tu historial crediticio y a mejorar tu puntaje (score) para que después accedas a otro tipo de préstamos.
Las tarjetas de créditos te ayudan a construir tu historial crediticio y a mejorar tu score para que puedas acceder a otros tipos de préstamos. Share on XAdemás, si la usas con responsabilidad, estas pueden tener recompensas como puntos por cada compra que son canjeables por dinero para cubrir tu saldo o para pagar en algunas tiendas. De hecho, en ciertos bancos también manejan sistemas de lealtad y en ocasiones como Black Friday, otorgan a sus clientes descuentos exclusivos o premios.
La clave acá es entender que pueden ser una buena herramienta de pago, pero no de financiamiento a largo plazo por el alto interés que cobran.
Cómo funcionan las tarjetas de crédito
Como su nombre lo dice, estas te otorgan un monto de dinero disponible para usar bajo la condición de que lo pagarás, incluyendo algunos intereses. Es aquí donde se benefician los bancos, particularmente si decides financiarte por meses y hasta años, gracias los altos intereses que te cobran.
Tarjetas de créditos aseguradas vs. no aseguradas
Estas tarjetas se dividen en dos grupos principales: las aseguradas y las no aseguradas. En el primer caso, para poder usarlas deberás dejar una cantidad como depósito, para que puedan cobrar de ahí en caso de que no cubras tus pagos a tiempo o dejes de pagar por completo (pero tú no quieres incumplir los pagos, ¿cierto?). El monto que diste en garantía será, por lo general, la cantidad que tendrás disponible como límite de crédito.
Las no aseguradas son el resto de las tarjetas, en las que la cantidad disponible lo define el banco, dependiendo de factores como tus ingresos, tu puntaje y el uso que les hayas dado a otras. En este grupo también entran las que ofrecen las tiendas por departamento, sin embargo, estas no te las recomendamos por ser las que suelen tener mayor tasa de interés.
Independientemente de la tasa de interés de la tarjeta que poseas, el pago de intereses es posible evitarlo pagando a tiempo el saldo que debes antes de la fecha de pago que te indican cuando te emiten el estado de cuenta de tu tarjeta.
Evita pagar intereses en tu tarjeta de crédito, pagando a tiempo el saldo que debes antes de la fecha de pago. Share on XOtra cosa para considerar es que cada mes se recomienda, a la fecha de corte, no estar financiando más del 20% del capital disponible y tomar en cuenta la fecha de corte y la fecha de pago. El corte dependerá totalmente de tu banco y tipo de servicio que hayas obtenido, mientras que el pago se establece por lo general de dos a tres semanas después de esa fecha de corte.
Esto es muy importante, ya que lo que compres antes del corte habrá que pagarlo en el siguiente periodo, pero si lo adquieres después de este es posible que se vaya al otro mes, y, por lo tanto, se acumulará con lo demás que vayas adquiriendo.
Las letras chiquitas de las tarjetas de crédito
Ahora bien, la parte menos agradable de esto es que para que sea un negocio rentable para el banco existen los intereses y los hay de varios tipos. El que más impacta es el interés anual total, que es un porcentaje del total de tu crédito que deberás pagar a lo largo de los meses. Este debe venir de forma explícita en tu contrato al adquirir una tarjeta, aunque ese porcentaje marcado es necesario dividirlo entre los 12 meses del año.
Por ejemplo, si el interés total anual fuera del 12 %, entonces cada mes deberás pagar el 1 %.
Otras comisiones que cobran los bancos por el uso de tarjetas de crédito
Además de este, hay también otras cuotas que debes considerar. Por ejemplo, algunos bancos cobran comisiones por manejo de cuenta, las cuales en ocasiones se evitan si usas tu tarjeta por lo menos una vez al mes, con un monto mínimo definido por la institución. También están las tarifas por transferir dinero a otros bancos o disponer de efectivo en cajeros, y dependen de cada empresa. Por cierto, no es recomendable solicitar avances de efectivo de la tarjeta de crédito.
Además de esto, existe el interés regular que se aplica sobre los saldos vencidos cuando no pagas a tiempo.
Lo más importante que debes de tener en mente al momento de aceptar o solicitar una tarjeta es que no es dinero extra para gastar en lo que quieras. Como mencionamos anteriormente, estos créditos suelen pagarse de forma mensual, por lo que debes estar consciente de utilizar inteligentemente solo usar lo que puedas cubrir durante el plazo.
>> 10 tips para el uso inteligente de tus tarjetas de crédito
Más bien, podría considerarse como si fuera un adelanto de tus ingresos del próximo mes, ya que lo que consumas ahora, deberás pagarlo en unas cuantas semanas.
Siempre que puedas pagar por completo, mes a mes, los consumos a transacciones que hagas con tu tarjeta de crédito, podrás tener unas finanzas sanas mientras vas acumulando historial crediticio e incrementando tu puntaje o score, para usarlo inteligentemente en otro tipo de financiamientos de mayor envergadura, como la compra de una vivienda.